ATENCIÓN!!!!!!!!!!!!!!!!! A LAS 2.30 DE LA MAÑANA Nos levantamos para ser de los primeros en ponernos a la cola del
autobús que te lleva a
Machu Pichu,el primer bus sale a las 5.30 y solo a los 400 primeros les dan el pase a subir al
Wayna Pichu y de estos solo a los 200 primeros a la mejor hora que es a las 10.00.
Así que llegamos a las 3.00 A.M y nos encontramos que NO
HABÍA NADIE. ERAMOS LOS PRIMEROS. Bueno luego vimos que la matada
valió la pena, pero nos quedaban dos horas y media para que
abrieran.
Empezó a llegar gente y no tardo la cola en llegar a ser enorme. La subida y bajada en el bus por la ladera de la montaña es de
peli de terror,
según dicen nunca a pasado nada y no llego a entender
todavía el porque. El bus va todo el rato a medio metro del precipicio y cuando se cruza otro bus es
acojonante, cualquier ateo se convierte al instante. Llegada sudorosa a la cima y por fin nuestros preciados y bien ganados boletos a la entrada y subida al
Wayna. Poco a poco vemos el amanecer del
Machupichu entre la niebla espesa que se va despejando
según entra la mañana.
Aquí las palabras, las fotos y los
vídeos no hacen honor ni se asemejan a la realidad, no se puede describir de ninguna manera, hay que verlo y punto.
A las diez acompañado de los primeros picotazos de la muerte de los mosquitos asesinos (no me voy a quejar mucho me picaron en un segundo unos 10 o
así y a pesar que
Cristi iba con buenas ronchas,
teníais que ver algunos guiris, madre
mía daban pena,
parecía que
tenían la varicela) empezamos la
ascensión del
Wayna Pichu, acompañado de los primeros picotazos de la muerte de los mosquitos asesinos, que es la montaña que se ve
detrás del complejo de ruinas que salen en todas las fotos. Curiosamente no se nos hace muy dura la subida, pero por lo que vemos la gente iba fatal, se tarda sobre una hora en subir y es
empinadisimo. La subida por la derecha se hace a ratos dificultosa pero muy divertida y terminas
metiéndote por una cueva hasta llegar a la cima, pero cuando bajas por la derecha es
subrealista. Yo no he visto en mi vida cosa mas peligrosa abierta a cualquier tipo de personas, la bajada es muy brutal, empiezas por unas resbaladizas rocas, sigues por unas micro
escaleritas con un desnivel del doscientos por cien y con
Priscila la reina del desierto de 120 kilos por
detrás mareada y
escuchanDo como se
resbalaba, nos iba a llevar a todos a la tumba el
tío, vaya miedo. Es una
experiencia acojonante aunque no tengas a un tipo
así y por suerte hemos podido vivirla ya que dicen que no durara mucho, tanto la subida al
Wayna como la visita a
Machu, ya que se esta hundiendo
exageradamente cada año.
Por cierto que arriba conocimos al perro "Inca", el
tío subió hasta la cima se lo
conocia como la palma de su pezuña y la sorpresa fue
encontrárnoslo abajo a la hora del cierre, vaya cachondo. Bueno las vistas desde
aquí tampoco tienen precio, son de las mas impresionantes, espectaculares y
emocionantes que hemos visto. Tiempo para la
relajación después de la visita y sentir la
energía del lugar.
Ya a la tarde en el ultimo bus bajamos con los
webers de corbata para volver hacia
Cusco por la noche. Gran
día.