

Basílica de San Pedro la mas grande, suntuosa y espectacular de Italia. Las palabras se quedan cortas para describir esta genialidad artística tanto exterior como interior. Merece la entrada para tan solo ver la Pietá de Miguel Ángel, la verdad es que al final de nuestro viaje estábamos de acuerdo en que una de las cosas que mas nos hechizo fue la conmovedora y hermosa obra del artista esculpida cuando tenia 25 años. El baldoquin barroco de Bernini de 29 mts., la cúpula de Miguel Ángel de 119 mts. que bien merece la pena su larga escalinata para ver unas de las mejores vistas panorámicas, el tesoro vaticano, la tumba de San Pedro y las grutas vaticanas donde se encuentran las tumbas de varios papas, entre ellas la de Juan Pablo II bien custodiada por unos cuantos gorilas para que pases rapidito.

Por los imperiosos edificios fascistas que bordean la vía della Conciliazione creada por Mussolini llegamos al castillo de Sant´Angelo iniciado en 128 por el emperador Adriano y que se une mediante una muralla y por pasadizos a los palacios Vaticanos usado por los listillos

Piazza Navona en el centro Histórico con sus fuentes, palacios barrocos, cafés se asientan sobre lo que fue el estadio de domiziano de 30.000 espectadores. Con la fuente de cuatro ríos de Bernini de 1651 simbolizan los rios de los cuatro continentes del mundo entonces conocidos: Nilo, Ganger, Danubio y Plata. Al sur la fontana del Moro s.XVI y la de Neptuno luchando con un monstruo marino rodeado de ninfas del s.XIX.

El elefantino y la iglesia de Santa Maria Sopra Minerva con el Cristo resucitado de Miguel Angel y el cuerpo de santa catalina de siena sin su cabeza descansan en la unica iglesia de estilo gotica de Roma.
La barroca iglesia de San Ignacio de Loyola una de las mas ornamentadas de Roma, dedicada al fundador de la Compañia de Jesus fallecido en 1556, al arquitecto Orazio Grassi no le dejaron erigir una cupula y la pinto donde debia haber estado la real, la ilusion optica desde un punto en concreto es muy curiosa y segun dicen magistral.
Camino al palazio de Montecitorio de Bernini y su obelisco de la egipcia heliopolis pudimos tambien ver las once inmensas clumnas corintias de lo que queda del templo de Adriano del s.II.



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