
Para ver los
Museos Vaticanos nos saltamos eones de horas de una cola brutal y de miles de personas gracias a la idea de pagar un poquito mas en una agencia de guias. En fin todas las
exclamaciones son pocas para describir lo que tienen montado
allí la pobre iglesia
católica, esculturas impresionantes como la que representa el
Nilo como un Dios yaciente cubierto por
dieciséis bebes, el numero de codos que
crecía en en
rió cuando se
desbordaba. O el
Laoconte con un sacerdote Troyano y sus dos

hijos luchando con dos serpientes marinas a las que enviaron a matarlo en castigo por advertir a los Troyanos del peligro que
corrían por el famoso caballo. El
bronce dorado de Hércules
,
el Marte de Todi, mosaicos,
galería cartográfica con sus antiguos mapas
topográficos y las impresionantes
estancias de Rafael y la soñada
escuela de Atenas que presenta a
filósofos y eruditos reunidos en torno a
Platón y
Aristotéles y en frente
La disputa del Sacramento.

Por fin llegamos a la
capilla Sixtina donde echar una foto
podría ser causa de ser quemado en la hoguera por los
seguratas papales que miraban a cuchillo.
Ya por la tarde nos fuimos a dar un
paseito por
Trastevere uno de los barrios
céntricos mas animados. La
basílica de Santa
Cecilia patrona de los
músicos y su estatua del martirio decapitada.
Basílica de Santa
Maria, la mas antigua de Roma dedicada a la virgen y para acabar el
día cenita y descanso en la plaza de Santa
María centro
neurálgico con mucho ambiente.
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